Cómo limpiar cuellos y puños de camisas

Los cuellos y los puños son dos de las áreas más complicadas de limpiar de una camisa porque en ellas se concentra un mayor número de partículas de suciedad. Esto hace que no siempre queden tan impecables como te gustaría al sacar la prenda de la lavadora. El roce con la propia piel, el sudor o incluso el maquillaje u otros cosméticos pueden dejar una sospechosa línea oscura o amarillenta en el cuello de la camisa que, por desgracia, pocas veces sale a la primera, especialmente si hablamos de una camisa blanca.
Los puños, la parte de la camisa más cercana a las manos y a su constante contacto con un sinfín de superficies, también son proclives a manchas resistentes.
Aun así, hay algunos métodos y sencillos trucos para limpiar cuellos y puños de camisas logrando que queden impolutos. Si no estás dispuesto a dar por perdida esa prenda que tanto te gusta, ponlos en práctica y comprueba sus excelentes resultados.
Cómo limpiar cuellos de camisas

Para eliminar esa línea oscura o amarillenta que suele indicar suciedad acumulada pese a los lavados tienes productos específicos, tipo gel y con aplicador para que puedas extenderlos fácilmente por la zona afectada. En general, son detergentes líquidos que hay aplicar antes del lavado y dejar, actuar unos minutos aunque tendrás que leer las especificaciones de cada fabricante.
Si lo prefieres, también tienes limpiadores caseros igual de eficaces. Uno de los que mejor funciona, tanto en cuellos de camisas blancas como de color, es el lavavajillas de mano. Antes de meter la prenda en la lavadora, vierte unas gotas por la zona con manchas persistentes y añade, también, un poco de agua. Restriega suavemente con tus propios dedos o con un cepillo de dientes o de uñas que ya no uses. De esta manera, el jabón penetrará mejor en las fibras que retienen la suciedad. Deja actuar unos minutos y, sin retirar el jabón, echa la prenda a lavar.
¿Un remedio exprés válido para cuellos de camisas blancas y de color?… especialmente si se trata de manchas de maquillaje o de las que pueden dejar cremas y otros cosméticos que contienen partículas grasas, prueba a verter sobre ellas polvos de talco. Espera unos minutos a que los polvos absorban la grasa y sacude la prenda cepillando muy bien la zona del cuello.
Cómo limpiar el cuello amarillo de las camisas
Un cerco amarillo en el cuello de una camisa blanca puede hacer que acabes desechándola, aunque te encante, ya que, realmente no presenta un buen aspecto, pero recuperarla es bastante sencillo con ayuda de un poco de bicarbonato.
Mezcla unas cucharadas con un poco de agua hasta formar una especie de pasta blanqueadora que puedas extender por todo el cuello, incidiendo en esa antiestética línea amarilla. Extiende bien la pasta de bicarbonato con tus dedos y deja secar al menos 30 minutos. Pasado este tiempo, retira los granos de bicarbonato cepillando enérgicamente la prenda y ya puedes meterla en la lavadora.
¿Manchas amarillas realmente persistentes?… añade a la mezcla de agua y bicarbonato unas gotas de limón que potenciará su acción blanqueadora.
Otro sencillo truco para devolver a un cuello de camisa toda su luminosidad, eliminando cualquier resto de mancha amarilla, es sumergirlo en un barreño con la misma cantidad de agua y amoniaco. Mete primero solo el cuello y deja que el amoniaco actúe unos 5 minutos, cepillando de vez en cuando con un cepillo plástico específico.
Pasado este tiempo y para igualar el tono del cuello con el resto de la camisa, sumerge la prenda al completo un par de minutos más. Finalmente, enjuaga, para eliminar cualquier resto de amoniaco, y lava normalmente.
Cómo limpiar puños de camisas

Sabemos que los puños son otra de las áreas que más se puede llegar a ensuciar en cualquier camisa y en ellos, además, es frecuente encontrar manchas de todo tipo, desde grasa hasta tinta de bolígrafo. Muchos de los trucos que te hemos explicado para limpiar los cuellos son también válidos para los puños, pero si estos están especialmente sucios, sumergirlos unos minutos, antes del lavado en lavadora, en un barreño con un chorrito de lejía puede funcionar como prelavado ideal para dejarlos como nuevos (fuente: visteconclase.com/las-14-mejores-marcas-de-camisas-de-hombre/). Recuerda que tienes lejía exclusivamente para ropa blanca y también puedes encontrar productos de composición similar aptos para camisas de color.
Otra buena opción, algo menos agresiva frente a los tejidos más delicados, consiste en mezclar en un barreño la misma cantidad de agua que de vinagre blanco y dejar en remojo, unos minutos, esos puños especialmente sucios.
Cómo limpiar las manchas de las axilas de las camisas
Las manchas en las axilas de las camisas no son solo el resultado normal de la sudoración. Es la reacción de ese sudor con los productos antitranspirantes, que generalmente incluyen compuestos de aluminio para frenar la presencia de humedad, lo que hace que esas manchas resulten especialmente difíciles de eliminar.
Ese cerco bajo la axila resulta del todo antiestético y puede que permanezca incluso tras el lavado. Si esto ocurre, hay que tomar medidas para lograr eliminarlo y no tener que prescindir de la prenda
En el caso de una camisa blanca, el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) puede ser un excelente aliado para lograr que desaparezca, siempre que no se trate de una prenda en tejido delicado que pudiera resultar dañada. El agua oxigenada es un potente blanqueador y puedes recurrir a él siempre diluyéndolo en agua para evitar que resulte demasiado agresivo. Pon en un barreño la misma cantidad de peróxido de hidrógeno y de agua e introduce la camisa. Déjala en remojo unos 20 minutos, aclara y lava normalmente.
El problema de las manchas en las axilas se complica en el caso de las camisas oscuras o de coloridos estampados, pero tienes tres opciones que pueden funcionar.
La primera consiste en sumergir la totalidad de la prenda en un barreño con agua fría en la que debes añadir un poco de jabón líquido de lavar ropa a mano y una pequeña cantidad de lavavajillas (también a mano). Deja en remojo al menos dos horas, frotando con un cepillo, cada cierto tiempo, la zona de las axilas.
La segunda opción es eficaz, pero te llevará algo más de tiempo. Humedece el área de la mancha y esparce sobre ella sal fina común. Deja que la sal haga su efecto al menos 8 – 10 horas. Puedes hacerlo por la noche y continuar el lavado a la mañana siguiente. Pasado este tiempo, vuelve a humedecer la sal y restriega con suavidad la mancha de las axilas. Retira la sal con un cepillo y termina lavando la prenda en agua fría.
Por último, un sorprendente truco consiste en diluir un poco de vodka en agua y, con un paño o esponja, frotar las manchas. El alcohol que contiene esta bebida ayudará a eliminar suciedad y olores. Una vez hecho y pasados unos minutos, lava normalmente.