Cómo limpiar aluminio

Judith Durán
Judith Durán

Puede que no exista un metal tan versátil para la vida diaria como el aluminio. Especialmente en la cocina, el aluminio tiene una gran utilidad ya que es empleado en la fabricación de ollas, cacerolas y campanas.

Por este motivo saber mantener la integridad del aluminio es una prioridad. El uso tan frecuente de los objetos hechos con este material naturalmente los van degradando, afectando no solo su apariencia sino su utilidad. Por suerte, existen muchos trucos sumamente sencillos que sirven para limpiar el aluminio y dejarlo tan brillante como recién comprado.  

Hay que recordar que la vida útil de los instrumentos de cocina hechos con aluminio se ve condicionada a la corrosión, la cual puede causarse por efecto de la suciedad o por acción de elementos alcalinos presentes en los alimentos. He aquí la importancia de saber hacer el debido mantenimiento a cada uno de estos artefactos. 

Con un poco de práctica no solo evitarás que el aluminio se deteriore tan fácilmente sino también podrás darles un acabado como salido de la fábrica

Cómo limpiar aluminio blanco

El aluminio blanco es un material que combina eficientemente resistencia, dureza y practicidad. Es utilizado especialmente para construir los marcos en las ventanas y por tal motivo se puede encontrar muy frecuentemente en cada hogar. 

Estas estructuras requieren métodos de limpieza especializados y muchas veces este detalle hace que se susciten dudas sobre qué materiales utilizar. Estas superficies generalmente vienen abrillantadas y el uso de materiales muy abrasivos pueden terminar por desaparecer esta capa superficial y dejarlas con un tono amarillento.

Los métodos naturales para la limpieza del aluminio blanco son muy sencillos de aplicar: los ingredientes seguramente ya están presentes en tu cocina y son muy efectivos a la hora de limpiar distintos tipos de metales. 

Un ejemplo muy claro es el vinagre blanco, cuya composición es muy efectiva a la hora de disolver el óxido en estructuras metálicas. Para este truco se combinará el vinagre blanco con harina y sal de cocina. 

  • En una taza con vinagre blanco añade una cucharadita con sal.
  • La harina se va agregando paulatinamente a la mezcla hasta notar que se forma una pasta. 
  • Para confirmar que la mezcla no dañará el aluminio aplica primeramente en un área oxidada pequeña y poco visible. Deja unos minutos y observa los resultados.
  • Una vez confirmado que la mezcla funcione la colocas en la superficie de aluminio blanco usando un paño limpio o una esponja suave para evitar arañazos. 
  • La mezcla debe descansar por lo menos 15 minutos, esto por supuesto dependerá del grado de suciedad que presente la superficie. 
  • Utilizando un paño enjuaga con agua tibia el aluminio hasta retirar todo rastro de la pasta.
  • Finalmente usa un paño suave distinto para secar. Es importante no dejar humedad en la superficie. 

Existe otra manera de limpiar las manchas en el aluminio blanco aunque esta es más recomendable en zonas pequeñas y poco afectadas: se trata del ketchup. Gracias a su composición ácida, el ketchup puede retirar manchas de óxido si se le deja actuar lo suficiente y su empleo es muy intuitivo:

  • Cubre la mancha en el aluminio blanco con una cantidad proporcional de ketchup.
  • Hay que dejar reposar la salsa por unos 20 minutos aproximadamente, aunque dependerá también del grado de corrosión al que se enfrente. 
  • Una vez cumplido el periodo de tiempo retira el exceso de ketchup empleando un paño limpio.
  • Con agua tibia enjuaga abundantemente el área limpia. Es importante que no quede ni rastro del ketchup.
  • Termina secando el aluminio completamente. 

Este método es un verdadero clásico ya que ha sido usado durante años y sigue dando buenos resultados. Por supuesto puedes emplearlo con superficies más amplias pero dependerá de cuánto ketchup estés dispuesto a gastar. 

Cómo limpiar ventanas de aluminio

Como mencionamos anteriormente, el aluminio blanco es uno de los materiales más comunes en la fabricación de marcos para ventanas. Estas con el tiempo y debido a la exposición con el ambiente pueden perder su brillo original, volverse amarillentas e incluso desgastarse por la acción del óxido

Para evitar que esto suceda se necesita una limpieza constante pero en el caso de que ya existan zonas afectadas puedes poner en práctica alguno de estos trucos para eliminar las manchas muy fácil:

El primer método recomendado para limpiar el aluminio blanco de las ventanas es muy sencillo: la mezcla de detergente suave con agua común. Es importante que esta combinación se lleve a cabo con una parte mayoritaria de agua ya que algunos detergentes pueden resultar muy ácidos para la limpieza del aluminio.

  • En primer lugar es recomendable humedecer un paño suave o esponja en agua y limpiar superficialmente el marco de aluminio para eliminar todo rastro de polvo o suciedad poco arraigado. 
  • Una vez hecho esto, humedece la esponja en la mezcla de agua y detergente, exprimiendo para eliminar los excesos. 
  • Procede a limpiar el marco de aluminio blanco aplicando un nivel de fuerza extra en las zonas más corroídas. Puedes hacerlo utilizando movimientos circulares con los dedos. 
  • Con papel periódico o de cocina procede a retirar la humedad del marco hasta que quede completamente seco. Esto también puede ayudar a retirar las manchas de óxido que ya se han suavizado. 

Como es notable, este método es sumamente sencillo y a la vez eficiente. Puede aplicarse semanalmente para prevenir la aparición de manchas y dejar el marco de aluminio totalmente reluciente

Existe otro método especialmente recomendado para las manchas resistentes a la limpieza convencional. Se trata de la cera para pulir coches la cual funciona muy bien en las zonas corroídas por el óxido. 

  • Aplica la cera suficiente para abarcar la zona afectada.
  • Deja reposar por unos minutos y retira utilizando un paño limpio.
  • En caso de que la mancha se mantenga puedes usar la pulidora para removerla.  

Con estos trucos se le puede dar un tratado preventivo a las ventanas de aluminio blanco preservando la capa abrillantada que tan buen aspecto le da a estos espacios en tu casa.

Cómo limpiar aluminio oxidado 

Ciertamente el aluminio es conocido por ser uno de los metales menos corrosivos. Gracias a su densidad y a su elevada capacidad de resistencia es un material muy requerido en el ámbito industrial y en la construcción. 

Aún así, cuando el aluminio se oxida se le puede observar una capa superficial con un tono blanquecino dándole una apariencia nada agradable a nuestros artículos. En caso de que el óxido no afectará muy profundamente la superficie puede erradicarse con el empleo de ciertos trucos muy efectivos.

El primer método se trata de la  siempre efectiva combinación de bicarbonato de sodio y limón, la cual es muy empleada para la limpieza de distintos tipos de metales. 

  • En primer lugar hay que mezclar el zumo de medio limón con la cantidad suficiente de bicarbonato para hacer una pasta de textura consistente.
  • Antes de aplicar asegúrate de limpiar la suciedad superficial en el aluminio utilizando un paño humedecido en agua limpia.
  • Ahora sí: toma la mezcla y aplícala en la zona más afectada. Utiliza un paño seco para frotar con movimientos circulares por unos minutos. 
  • Deja descansar la mezcla por unos 20 minutos. Es importante no excederse de este periodo de tiempo. 
  • Enjuaga con agua tibia hasta que no quede rastro de la mezcla y procede a secar con un paño seco. 

En cuestión de minutos podrás observar como el óxido se va diluyendo del área tratada. En caso de persistir puedes aumentar la dosis y volverla a aplicar con unos días de diferencia. 

Por otro lado, si los objetos de aluminio que deseas limpiar son ollas, estufas o cacerolas te sorprenderá saber lo fácil que es quitarles las manchas de óxido: lo único que debes hacer es cocinar alimentos ácidos en su superficie como limón en rebanadas, salsas a base de tomate o manzanas. 

La única advertencia que debes tener en cuenta es que no puedes consumir lo que cocinaste en estas estufas ya que la oxidación se habrán desprendido por completo contaminando los alimentos. 

Finalmente, hay un ingrediente que poca gente conoce pero que tiene una capacidad increíble para retirar el óxido del aluminio: se trata del cremor tártaro. Este polvo blanco, sin mucho sabor, es en realidad un tipo de sal ácida utilizada para estabilizar las claras de huevo pero que desde antaño muchas abuelas lo usaban para eliminar el óxido de sus utensilios.  

Usarlo es muy sencillo y no requiere de demasiadas especificaciones: 

  • Puedes diluir el cremor en agua tibia para formar una pasta.
  • Cubre el objeto de aluminio con la pasta y déjala reposar unos minutos.
  • Con un cepillo de cerdas suaves se procede a frotar la superficie de aluminio, aplicando una cantidad extra de fuerza en las zonas más afectadas.
  • Enjuaga con agua tibia hasta eliminar por completo la pasta del utensilio. 
  • Seca con un paño limpio, muy suave.

Un último consejo para estos casos es que luego de limpiar el objeto de aluminio, no lo guardes inmediatamente. Déjalo descansar por unos instantes en un área ventilada. 

Cómo limpiar aluminio anodizado 

El anodizado es una capa protectora que se forma en el óxido del aluminio y que es sumamente resistente. Es utilizado ampliamente para proteger piezas de aluminio en temperaturas extremas aunque también sirve para darles un acabado decorativo muy estético

A pesar de su dureza, el aluminio anodizado puede sufrir daños si se lo trata con productos muy abrasivos. Por tal motivo muchas personas recurren a limpiarlos con métodos caseros de origen natural o con productos sintéticos que presentan una composición sencilla.

En caso de que busque un limpiador poco perjudicial, lo mejor es que no sea a base de cloro y que disponga de un pH entre 6 y 8. Una vez ubicado el limpiador ideal el proceso de limpieza se hará muy sencillo:

  • Lo primero que debes hacer es probar el limpiador en un área poco visible. Esto para comprobar que el limpiador no produzca manchas al reaccionar con el aluminio de nuestro utensilio. 
  • Ahora, puedes usar una esponja para frotar dependiendo del grado de corrosión que desees limpiar. Eso sí: procura que la esponja sea de superficie suave porque las de acero son muy propensas a dejar arañazos. 
  • Si vas a limpiar ollas o estufas es importante que lo hagas a mano. No es recomendable usar el lavavajillas para esta tarea.
  • Luego de aplicar el producto enjuaga muy bien con agua tibia.
  • Seca la superficie con un paño suave y completamente limpio.

Si en lugar de eso quieres utilizar un método más sencillo lo más recomendable es la combinación de agua con un detergente suave

  • Mezcla en un recipiente agua con detergente. Es importante que la solución quede bastante espumosa
  • Antes de aplicar la mezcla limpia previamente la superficie de aluminio empleando un paño humedecido con agua tibia
  • Ahora sí: con una almohadilla de nylon algo abrasiva o una esponja que no sea de acero procede a tallar el aluminio de forma suave por unos minutos. 
  • Enjuaga con suficiente agua hasta eliminar los restos de detergente.
  • Seca con un paño limpio y de textura suave.

Un dato importante para aplicar este método es que hay que asegurarse que el objeto de aluminio no tenga una capa de laca. De lo contrario lo mejor será no usarlo ya que podría terminar por estropearlo. Si el objeto es 100% de aluminio incluso podrás realizar esta técnica si las manchas son resistentes. 

Cómo limpiar llantas de aluminio 

Si bien es cierto que los productos especializados en coches son los más recomendados a la hora de limpiar las llantas de aluminio, también hay que tomar en cuenta que suelen ser costosos. Por suerte también pueden limpiarse con productos algo más cotidianos, siendo estos muy efectivos y representando un ahorro significativo. 

El primer ingrediente de esta lista seguramente ya está en tu cocina: se trata del limpiahornos en aerosol. Este producto tiene una composición desengrasante muy efectiva para eliminar la suciedad en las llantas de aluminio. Lo mejor de todo es que generalmente no llega a costar más de 1 euro

  • Lo primero que debes hacer es limpiar superficialmente la estructura de la llanta usando un paño limpio, levemente humedecido con agua tibia. Recuerda hacerlo especialmente en las zonas de difícil acceso. 
  • Luego agita constantemente el aerosol y cubre por completo la estructura de la llanta. 
  • En condiciones normales solo debes dejar reposar por un minuto pero si la degradación en el aluminio es mucha puedes dejarlo descansar por hasta 5 minutos
  • Notarás que la espuma se empieza a teñir de ese color oscuro que presenta el óxido. 
  • Con un paño limpio retira la espuma de la llanta. Aprovecha para frotar en las áreas más deterioradas. 
  • Puedes lavar con abundante agua para terminar de retirar la espuma.

De manera inmediata la llanta debería quedar completamente limpia. Lo mejor es que este producto suele agregarle un efecto cromado brillante en las llantas de aluminio. 

Otra técnica no muy conocida pero igual de efectiva involucra el uso de bebidas carbonatadas, especialmente las gaseosas de cola. Estas bebidas además de tener cierto grado de acidez también tienen un efecto efervescente que remueve muy rápido las manchas de óxido del aluminio.

Para emplear este método solo hay que humedecer un paño limpio (preferiblemente de fibra delgada) o un papel aluminio con la gaseosa y frotar la estructura de la llanta. Verás como en un santiamén las manchas de óxido empezarán a desaparecer.