Cómo limpiar bronce
El bronce es un metal cuyo uso se puede registrar desde los tiempos más antiguos. Anteriormente empleado en armas y herramientas, hoy lo vemos presente en componentes industriales y en objetos ornamentales destinados a darle vida a los hogares.
Este material termina siendo una aleación entre varios metales entre los que predomina el cobre. Evidentemente, el cobre es susceptible a oxidarse por acción de los componentes presentes en el aire y la humedad, la consecuencia directa es que terminen apareciendo manchas verdosas en los objetos hechos con este metal.
No obstante, existen maneras sencillas para darle un debido mantenimiento a los objetos de bronce de modo que puedan volver a lucir su brillo original. Si tienes bronce oxidado en casa solo te bastará con aplicar un par de trucos para devolverles su elegante apariencia y lucirlos en casa.
Muchos de los ingredientes que se necesitan para estos trucos probablemente ya estén en tu casa. Por tal motivo no tendrás que recurrir a métodos muy costosos para eliminar las pátinas de tus preciados artefactos.
Cómo limpiar bronce antiguo sin dañarlo

Es un hecho comprobado que muchos limpiadores químicos que encontrarás en la tienda pueden tener componentes muy abrasivos que terminan por deteriorar el bronce. Para limpiar este metal se necesita de un procedimiento escrupuloso que solo elimine las manchas y proteja el resto del metal.
El primer truco implica el uso del vino blanco: esta bebida presenta una composición química capaz de limpiar metales como el bronce en tiempo record. Solo es necesario limpiar la superficie del objeto con un paño humedecido en esta sustancia y las pátinas irán desapareciendo paulatinamente.
Un buen sustituto para el vino es el vinagre blanco que además es más económico: combinándolo con agua y sal el vinagre también se usa humedeciendo la superficie de un paño suave con el que limpiarás la superficie de los objetos de bronce. Posteriormente se puede secar con un paño limpio y humedecido solo con un poco de agua común para disipar un poco el fuerte olor.
La tercera sustancia es para casos un poco más desesperados: el amoníaco. Se trata de la opción más abrasiva pero que usada correctamente puede traer muy buenos resultados con pocos riesgos. Para usarlo hay que sumergir el objeto de bronce en amoníaco diluido en agua y dejarlo actuar por 5 minutos. Por nada puedes dejar que se exceda de ese tiempo.
Con estos métodos naturales podrás limpiar el bronce de manera muy efectiva. Lo mejor de todo es que, aplicándolos bien muy pocos riesgos habrá de estropear los objetos de bronce.
Cómo limpiar figuras de bronce

Si bien es cierto que las figuras hechas con bronce tienen ese aire antiguo capaz de aportar mucha elegancia a un espacio, también es cierto que cuando aparecen las manchas verdosas esta imagen se puede arruinar por completo.
Ahora, el primer paso que hay que dar antes de limpiar cualquier figura de bronce es asegurarse que se trate de algo hecho 100% de bronce. Puede parecer una obviedad pero hay métodos de limpieza que podrían arruinar por completo una pieza si esta solo tiene un chapado.
Comprobarlo es tan sencillo como usar un imán: con este objeto te será sumamente sencillo diferenciar una pieza de bronce de una chapada. Únicamente acerca el imán y si se pega se trata de un objeto de otro metal chapado con bronce.
Una vez comprobado que tu objeto está 100% hecho con bronce el primer paso consiste en eliminar todo rastro de polvo adherido a la superficie. Puedes hacerlo con un paño humedecido en agua tibia.
Seguidamente, puedes realizar una limpieza utilizando una combinación de ingredientes muy comunes en todas las cocinas: bicarbonato de sodio y zumo de limón.
- Es importante combinarlos haciendo una pasta lo suficientemente consistente.
- Con un paño suave se aplica en la superficie del objeto utilizando movimientos circulares con los dedos (especialmente en las zonas más afectadas).
- La mezcla debe reposar por 20 o 30 minutos aproximadamente.
- Enjuagar con abundante agua tibia y limpiar con un paño suave y seco.
El vino tinto es otra solución sencilla y poco agresiva para limpiar figuras de bronce: solo hay que aplicarlo por medio de un paño humedecido para luego enjuagar con abundante agua tibia y secar.
Cómo limpiar lámparas de bronce

Las lámparas de bronce son objetos en los que la pátina suele notarse más, por tal motivo es indispensable realizarles un mantenimiento. Cuando las lámparas son antiguas suelen verse muy bien como objeto de decoración pero las manchas verdosas propias del bronce envejecido pueden terminar estropeando esta apariencia.
Puedes limpiar las lámparas antiguas de bronce con una combinación de harina, sal y vinagre blanco destilado en agua tibia. Esta combinación será de mucha ayuda a la hora de disolver las capas de pátina que se forman en la superficie de las lámparas:
- En primer lugar, es necesario eliminar cualquier rastro de polvo arraigado en la superficie, este es perjudicial para la pulitura final de la lámpara. Puedes hacerlo limpiando con un paño humedecido con agua.
- En un plato o recipiente pequeño agrega la harina y la sal. Lo ideal es que se haga en partes iguales.
- A la mezcla agrégale un chorro de vinagre blanco, lo suficiente para formar una pasta con la harina y la sal.
- Puedes aplicar la mezcla en la superficie de la lámpara con un paño limpio pero si lo prefieres también puedes hacerlo manualmente con guantes de cocina.
- En caso de que la capa de pátina esté muy arraigada lo mejor será fregar aplicando algo más de fuerza en el área perjudicada.
- La mezcla debe reposar en la lámpara de 20 a 30 minutos aproximadamente.
- Finalmente solo queda enjuagar con abundante agua a temperatura ambiente y secar muy bien empleando un paño limpio.
En poco tiempo notarás como el bronce de tu lámpara brilla como nuevo. Cabe destacar que, en caso de que persista el óxido espera unos días antes de volver a repetir el procedimiento.
Cómo limpiar lámparas de cristal y bronce

En el caso de las lámparas de bronce que también cuentan con múltiples plafones de cristal la limpieza debe ser aún más detallada. Es importante saber que mantener los plafones de cristal limpios podrías ahorrar hasta un 20% en tu próxima factura de electricidad.
Utilizando una mezcla de amoníaco diluido en agua podrás limpiar tanto la base de bronce como los plafones de cristal:
- Coloca el amoníaco en un recipiente con una parte mayor de agua.
- Sumerge un paño limpio en la solución y exprime para eliminar el exceso.
- Limpia primeramente la base de bronce aplicando especial fuerza en las zonas corroídas por la pátina.
- Luego limpia los plafones de cristal (preferiblemente con un paño distinto) teniendo sumo cuidado puesto que pueden romperse si se les aplica demasiada fuerza.
- Dejar reposar la solución unos 20 minutos y enjuagar con agua a temperatura ambiente.
Como alternativa puedes utilizar una mezcla de bicarbonato con limón, también resulta un método muy efectivo:
- Haz una pasta mezclando bicarbonato de sodio con el zumo de medio limón.
- Aplica la mezcla en la base de bronce dejando actuar por 20 minutos, no más de ese tiempo.
- Los plafones de cristal puedes limpiarlos con agua tibia o con alcohol usando un paño limpio o algodón.
- Enjuaga con abundante agua y seca con un paño limpio.
Está más que comprobado que la combinación efervescente del bicarbonato y el limón pueden levantar hasta las capas de pátina más arraigadas en las superficies de bronce. Puedes volver a usar esta receta en caso que el óxido persista.
Cómo limpiar monedas de bronce

Para los coleccionistas de monedas, mantenerlas en excelentes condiciones es un requisito imprescindible. Lamentablemente muchas de estas monedas son difíciles de conseguir en excelentes condiciones y en la mayoría el óxido ya ha empezado a actuar dejando huellas muy poco estéticas.
La buena noticia es que los entendidos en la materia ya tienen un tiempo aplicando un par de trucos que les ayudan a limpiar las monedas antiguas de bronce a profundidad. Lo mejor de todo es que se pueden llevar a cabo con ingredientes muy económicos y fáciles de conseguir.
El primero de estos trucos es el empleo de aceite de oliva: este aceite está compuesto por ingredientes ácidos que ayudan a desprender las capas de pátina de metales como el bronce. El método de limpieza con aceite de oliva también se caracteriza por ser sumamente sencillo:
- Coloca un poco de aceite de oliva en un paño limpio.
- Limpia las monedas de bronce con el paño usando movimientos circulares.
- Seca la moneda usando otro paño totalmente seco hasta que no se sienta aceitosa al tacto.
- Cubre la moneda con una capa de cera microcristalina para una mayor protección (opcional).
Otro método comprobado para estos casos es la combinación de agua con jabón de lavavajillas. El jabón también posee propiedades alcalinas muy útiles para levantar las capas de óxido de las monedas de bronce.
- En un recipiente mezcla agua tibia con jabón de lavavajillas. Es importante que la solución quede bastante espumosa.
- Sumerge las monedas en la mezcla. Lo mejor es que de ser varias no queden amontonadas en el recipiente.
- Déjalas reposar aproximadamente 30 o 40 minutos para mayor seguridad.
- Al sacarlas termina el proceso retirando los restos de pátina con un algodón o un hisopo. También puede hacerse utilizando un cepillo pero en este caso es importante que las cerdas estén muy suaves.
Es importante que en cada uno de estos procesos los ingredientes sean utilizados en la proporción correcta. Un exceso podría resultar demasiado abrasivo y terminar degenerando la moneda o dejarla sin protección ante la aparición de próximas capas de óxido.