Cómo limpiar un rodillo de rulos​ sin dañarlo

Judith Durán
Judith Durán

El rodillo de rulos es una herramienta esencial para muchos ciclistas que entrenan al aire libre. Es una herramienta pensada para su uso en exteriores, para calentar antes de la competición y para evitar detenerse de manera brusca al finalizar una carrera, por eso es tan utilizado en esos warm-ups de última hora o para acabar después de una sesión intensa de entrenamiento.

El rodillo RooDol by ZYCLE es uno de los mayores exponentes en el segmento de los rodillos de rulos. Destaca por la calidad de sus acabados, por su facilidad de transporte gracias a la mochila específica que acompaña a cada rodillo y por su ligereza, lo que lo convierte en un compañero inseparable para muchos aficionados a los entrenamientos al aire libre, y que está disponible en distintos colores y tamaños, tal y como se puede comprobar en RooDol.com.

Pero, ¿cómo limpiar el rodillo de rulos sin que sufra daños? ¿Qué pasos seguir para conseguir que la rutina de puesta a punto no dañe ninguna pieza?

Pasos para limpiar un rodillo de rulos adecuadamente

Limpiar un rodillo de rulos no es una tarea complicada, pero requiere de cierta atención para no dañar sus componentes y garantizar que siga funcionando correctamente. A grandes rasgos, estos son los pasos que es conveniente seguir para mantener el rodillo en buen estado sin que se vea dañado:

Preparar el área de trabajo y los materiales

Antes de comenzar con la limpieza, es fundamental disponer de un espacio adecuado, preferiblemente al aire libre o en un área bien ventilada, donde se pueda trabajar sin riesgo de dañar el rodillo ni ensuciar otras superficies. Reúne los siguientes materiales:

  • Paños suaves y limpios.
  • Cepillo de cerdas suaves o un cepillo de dientes viejo.
  • Agua tibia.
  • Jabón neutro o detergente suave.
  • Recipiente con agua para enjuagar.
  • Toalla o trapo seco para secar.

Asegúrate de que el agua y el jabón utilizados no sean demasiado agresivos, ya que se deben emplear productos que no deterioren la superficie del rodillo.

Limpieza superficial del rodillo

Con un paño húmedo, limpia cuidadosamente la superficie externa del rodillo. Es importante evitar frotar de forma brusca para no rayar ni dañar el material.

Usa agua tibia mezclada con unas gotas de jabón neutro y pasa el paño por toda la superficie, prestando especial atención a las áreas donde se acumula más suciedad, como pueden ser las zonas de contacto con el suelo o donde se haya tocado con las manos. Este paso permite retirar la suciedad superficial sin necesidad de emplear productos químicos agresivos.

Limpiar los rulos y las partes móviles

Los rulos son la parte fundamental del rodillo, ya que son los que soportan el peso y proporcionan el movimiento durante el calentamiento.

Con el cepillo de cerdas suaves o un cepillo de dientes, frota suavemente cada rulo para eliminar cualquier resto de polvo, aceite o residuos acumulados tras el uso.

Es importante no aplicar demasiada presión para evitar deformar la forma original de los rulos. Si la suciedad está muy adherida, puedes humedecer el cepillo con la solución jabonosa y, tras frotar, enjuagar con agua limpia.

Enjuagar el rodillo

Una vez que se haya realizado la limpieza con jabón, es esencial enjuagar el rodillo con abundante agua limpia para eliminar cualquier resto de detergente.

El residuo del jabón puede formar una capa que, con el tiempo, afecte el agarre y el funcionamiento de los rulos. Utiliza un paño limpio y húmedo para repasar las áreas que fueron lavadas, asegurándote de que no quede ninguna sustancia jabonosa.

Secar correctamente

El proceso de secado es tan importante como la limpieza misma. Si el rodillo se queda con humedad, pueden aparecer manchas o incluso que algunas partes se corroan con el tiempo.

Utiliza una toalla o trapo seco para absorber la mayor cantidad de agua posible. Deja que el rodillo se seque completamente al aire libre antes de guardarlo, especialmente si se va a transportar en la mochila. Este paso es fundamental para evitar la formación de moho o la acumulación de humedad en el interior del dispositivo.

Limpieza y cuidado de la mochila

El rodillo RooDol destaca por su portabilidad, ya que se transporta en una mochila especialmente diseñada para él. Después de limpiar el rodillo, es aconsejable revisar también la mochila por si tuviese algún resto de suciedad que fuera conveniente eliminar antes de volver a guardarlo.

Límpiala con un paño húmedo, prestando atención a las áreas donde se pueda haber transferido suciedad o restos del dispositivo. Esto no solo ayuda a mantener la mochila en buen estado, sino que también evita que cualquier residuo quede en el rodillo al momento de guardarlo.

En definitiva: ya sea de PVC o de aluminio tu rodillo de rulos RooDol, es conveniente prestar atención a las labores de limpieza para llevarla a cabo de la manera más diligente posible, evitando dañar piezas esenciales del rodillo y teniéndolo siempre listo para el próximo entrenamiento.