Cómo limpiar el sofá en seco
Actualmente una de las mejores opciones para mantener limpio el sofá es hacer una limpieza en seco. Es una herramienta que se usa para ofrecerle un buen mantenimiento y así conseguir que el mismo dure más tiempo.
Para que te sea más fácil conseguir una limpieza de calidad hemos creado una guía con la cual limpiar el sofá en seco te resultará muy fácil. En cuanto lo hagas una vez te darás cuenta de todos los beneficios que vas a poder obtener.
Limpia según el tipo de tela
En https://biancosofas.com/ podrás encontrar una amplia variedad de sofás entre los que elegir. No todos son iguales, su principal diferencia, además del diseño, es la tela con la cual ha sido fabricado. Dependiendo del tipo de tela que tenga el sofá hay que usar unos productos u otros para realizar la labor de limpieza.
Antes de limpiar un sofá, es fundamental evaluar el tipo de tela para aplicar el método de limpieza adecuado. Cada material tiene características específicas que determinan cómo debe tratarse para evitar daños.
- Algodón y lino: son telas naturales, resistentes pero propensas a encogerse o desgastarse si se mojan demasiado. Se recomienda usar productos suaves y evitar la saturación de agua.
- Microfibra: resistente a las manchas y fácil de mantener. Aunque no necesita mucha agua, se puede limpiar en seco con productos especializados.
- Cuero y polipiel: estos materiales no deben exponerse a la humedad, ya que pueden agrietarse. Se deben limpiar con productos específicos para cuero, como toallitas o limpiadores en seco.
- Tejidos sintéticos: materiales como el poliéster, nylon o acrílico son duraderos y pueden limpiarse en seco sin problemas.
La etiqueta del sofá suele incluir un código de limpieza, como “W” (agua), “S” (solventes), “WS” (agua y solventes), o “X” (solo aspirado), lo cual es clave para elegir el método correcto. Evaluar el tipo de tela garantiza una limpieza efectiva sin dañar el material o alterar su apariencia.
¿Qué se necesita para hacer la limpieza?
Antes de ponerte manos a la obra es importante que mires que tienes todo lo necesario para poder hacer correctamente la limpieza.
Entre otras cosas deberás contar con una aspiradora, cepillo de cerdas suaves, un limpiador en seco adaptado al tipo de tela, paños limpios y bicarbonato de sodio. El bicarbonato de sodio es opcional, aunque se suele recomendar usarlo para neutralizar los posibles olores.
Y una vez que tienes todo a tu disposición es el momento de realizar una limpieza previa del sofá. En ese caso se suele recomendar comenzar con un aspirado completo del sofá, para posteriormente realizar un cepillado. Es importante usar cerdas suaves en el cepillo para conseguir que los tejidos delicados no sufran.
Aplicación del producto de limpieza
Tras asegurarte de que has eliminado correctamente el polvo es el momento de usar el producto de limpieza adecuado al tipo de tela que tiene tu sofá. Como vamos a mostrarte, hay diferentes opciones por las que podrás optar.
Los limpiadores en polvo y en spray son opciones efectivas para limpiar sofás sin usar agua. Los limpiadores en polvo eliminan manchas y suciedad al ser espolvoreados por todo el sofá y luego frotados suavemente con un cepillo de cerdas suaves, lo que permite que el polvo penetre en las fibras. Es importante seguir las instrucciones del fabricante para obtener los mejores resultados.
Por otro lado, los limpiadores en spray deben aplicarse de manera uniforme, manteniendo una distancia de al menos 15 cm para evitar concentraciones excesivas en una sola zona. El producto debe dejarse actuar durante el tiempo recomendado, asegurando su efectividad.
El bicarbonato de sodio es ideal para neutralizar olores. Se espolvorea sobre el sofá en una capa ligera y se deja reposar entre 15 a 20 minutos. Después, se aspira el bicarbonato junto con cualquier suciedad que pueda haber quedado. Esta técnica no solo elimina los olores, sino que también refresca la tela, dejando el sofá con una sensación de limpieza adicional.
Elimina las manchas
En ocasiones con la limpieza sencilla no es suficiente y tenemos que luchar un poco más a fondo con las manchas. Por ejemplo, si la mancha es de grasa, entonces puede ser una buena usar los polvos de talco. Tendrás que ponerlos sobre la mancha y dejar trabajar durante unos minutos. Luego solo tendrás que aspirar y la mancha debería eliminarse. Por supuesto, cuanto más fresca esté, mejores resultados obtendrás.
Si la mancha es de vino o de café, puedes usar la fórmula de bicarbonato con vinagre blanco. Una mezcla adecuada junto con agua hará que la mancha pueda ser eliminada con más facilidad. Para evitar daños mayores se suele recomendar probar antes en una zona en la cual no sea visible. Así evitamos sustos que puedan dañar todavía más la tela del sofá.
Secado del sofá
Tras la limpieza del sofá es importante secarlo para evitar que la humedad pueda ir en contra del mantenimiento del sofá. Es importante dejar el sofá ventilado para permitir que el producto de limpieza se evapore y no queden residuos en el tejido. Si es posible, abre las ventanas para una mejor ventilación o incluso utiliza un ventilador para agilizar el proceso.
Una buena ventilación no solo ayuda a la eliminación de la humedad, también reduce la probabilidad de que los malos olores se concentren en el sofá.
Consejos de mantenimiento para el sofá
Cuando hayas realizado una buena limpieza será el momento de poner en práctica un mantenimiento básico. Así la limpieza será más duradera y tendrás la seguridad de que la vida útil del sofá será mayor.
Un aspirado regular ayuda a que el polvo no se acumule, al igual que la suciedad y en consecuencia los malos olores. También se recomienda evitar que el sol dé al sofá de manera directa porque debilita la tela, a la vez que se recomienda rotar los cojines para evitar el desgaste en zonas específicas. Una buena rotación ayuda a que el desgaste pueda ser más uniforme.